Observatorio de Idoneidad Corporativa
Observatorio e Índice de Idoneidad de donaciones y aportaciones corporativas
El mecenazgo empresarial privado es reciente, ya que tradicionalmente el mecenazgo estuvo vinculado a la emblemática del poder real, nobiliario o religioso. En las últimas décadas, el panorama ha cambiado con la entrada en juego de empresas interesadas en invertir en patrocinios públicos, directos o a través de fundaciones vinculadas a las empresas. Por otra parte, los nuevos actores que cortejan estos patrocinios en el cuarto sector asociativo incorporan cada vez más criterios de responsabilidad social, paridad, eficiencia, sostenibilidad del proyecto en el tiempo, o vigilancia de la cadena de seguimiento de producto, entre otros, superando la anterior dinámica asistencial del Tercer Sector caritativo tradicional. Ese que se limitaba, por decirlo coloquialmente, a recibir dinero sin preguntar nada y aunque sea legal, no se debería recibir dinero para actividades culturales, deportivas, o para otras de utilidad pública de según qué empresas, cuyas políticas y prácticas corporativas externas e internas sean completamente contraproducentes, ajenas y contrarias a los objetivos generales y fundacionales de las propias entidades sin fines lucrativos que solicitan tales aportaciones.
Con esta propuesta se propone ir más allá del uso del dinero recibido y plantear la idea de elaborar un baremo clasificatorio de donaciones de las empresas, calificando la aceptabilidad de las aportaciones empresariales destinadas a entidades sin fines lucrativos, culturales, deportivas, fundacionales.
Pudiendo establecer un Premio Nacional de Mecenazgo destinado a aquellas empresas con una Responsabilidad Social Individual y la Corporativa de calidad, y con una calificación de triple A. De este modo, tal Índice de Idoneidad servirá como guía para las empresas culturales y entidades sin fines de lucro a la hora de aceptar contribuciones de estas empresas, en coherencia con los valores que una sociedad considera como deseables.
Así como las agencias de calificación crediticia (rating) se especializan en la evaluación del riesgo de crédito, ya sea en el sector público o el privado, lo que se propone es que las asociaciones de gestión cultural, profundizando en el concepto de buenas prácticas empresariales, elaboren un novedoso y periódico índice que califique el conjunto de buenas prácticas de las empresas y la calidad real y efectiva de su Responsabilidad Social Corporativa, interna y externa, de modo que dicho índice sirva de guía para el sector de las entidades sin fines lucrativos (fundaciones, asociaciones de utilidad pública, ONGs, federaciones deportivas).
Por último, este tipo de planteamiento, con crisis o sin ella, impulsa además otro modelo distinto de cooperación entre lo público y lo privado, que permite, contando con la generosidad del patrocinio y el mecenazgo, reconocer a aquellos que se sitúan en la verdadera y moderna vanguardia de lo que es la Responsabilidad Social Corporativa, en nuestro tiempo.
La gestión de esta propuesta se realizará con la ayuda de profesionales especializados y con la colaboración de entidades, asociaciones y personas interesadas.
